Una compleja danza entre querer y dudar; soñar y aterrizar; probar y renunciar.
Si tienes un minuto, este es un pedacito de quien soy. Esta historia ya la había publicado en mis redes sociales, pero me parece muy importante hacer un rinconcito en esta plataforma para ella, pues abarca en esencia una de las tantas razones por las que inicié esta página.
La voy a compartir en la imagen original donde la escribí. Una disculpa si esto es incómodo de leer en tu dispositivo; es solo que siento que es la forma más auténtica de entender esta historia.
Vas a disculpar también mis errores en todo el texto.... jajajaja es un arte escribir en esta joya (AKA Máquina de escribir Olivetti lettera de aproximadamente 1963) de la historia sin que se te atoren los dedos. Además es muy celosa y no hay lugar para el error. Creo que por eso (entre muchas otras cosas) las generaciones que nos preceden fueron tan exigentes con nosotros; sabían que su mundo tenía muy poca tolerancia al error y debían ser meticulosos y atentos al detalle. Hay mucho que aprenderles a los que pavimentaron el camino y también hay mucho que cambiar, pero fue una delicia hacer los dos momentos en la línea del tiempo coincidir por un instante.
¿Qué es lo que frena a la versión más auténtica de ti mism@?
Platícame :)
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